Pigmalión es una exitosa obra teatral del irlandés George Bernard Shaw, inspirada en el personaje mitológico del mismo nombre que expone una ligera y divertida trama de iniciación y choque cultural que no carece de comentario social y elementos románticos.
Eliza Doolittle es una humilde y ordinaria vendedora de flores que intentará ser convertida en un señorita de buenos modales gracias a las artes educativas del profesor Higgins, después de una apuesta con el Coronel Pickering. La obra fue un éxito teatral enorme y, más tarde, dio origen a una de las comedias musicales más bellas de todos los tiempos, "My fair lady", dirigida en el cine por Georges Cukor y protagonizada por Audrey Hepburn.
El efecto Pigmalión es uno de los sucesos que, tanto en el ámbito laboral como en el escolar, social y familiar, pueden ser más productivos o contraproducentes. De ahí la importancia que tiene el que sea conocido y estudiado por los profesionales de cualquier ámbito.
Cuando utilizamos el término Pigmalión en el contexto escolar, nos referimos a la actitud del maestro en clase y como influye eso en los resultados académicos de los alumnos. Si tenemos muchas expectativas en nuestros alumnos, obtendremos mejores resultados. Porque esa actitud positiva la trasladamos en nuestra forma de dar las clases y por lo tanto al niño, que se sentirá capaz de hacer más y se mostrará más positivo en el aprendizaje, propiciando asi unos buenos resultados.
Todo profesor se forma juicios o expectativas de sus estudiantes desde los primeros días de clases; pero muy pocos saben que esto tiene un efecto decisivo en el desempeño académico de sus estudiantes, e incluso en su propia práctica docente.
Aqui os dejo un video interesante sobre el tema:
<...Mire, real y sinceramente, aparte de las cosas que todo el mundo puede lograr (como vestirse y hablar correctamente), la diferencia entre una señora y una florista no reside en cómo se comporten, sino en cómo se las trata. Yo seré siempre una florista para el profesor Higgins, porque él siempre me trata como a una florista, y así siempre lo hará; pero sé que puedo ser una señora para usted porque usted siempre me trata como a una señora y siempre lo hará así.» G. B. SHAW, Pygmalion.
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